Llevar a cabo esta metodología es muy sencillo, lo primero que necesitas es un cronómetro y temporizador, establece previamente los tiempos del pomodoro así como los del descanso, activa tu cronómetro y listo a gozar de los beneficios.
De momento puede parecer una idea irreal para una fábrica de calzado, pero si haces la prueba quizás te sorprenderán los resultados. Podrías establecer pomodoros de 30 minutos de máxima productividad con periodos de descanso de 5 minutos y uno más largo después de 4 bloques de 30 minutos.
Creerás que son un par de horas perdidas diariamente, pero puede que con esta técnica se maximice la productividad y sea menos tiempo perdido, que el proceso continuo que manejas actualmente, donde sin autorizarlo el mismo trabajador puede bajar el ritmo, distraerse, ir al baño continuamente o por más tiempo de lo normal, detenerse, etc. Y con ello perder incluso más tiempo.