· No aplicar demasiado producto, o este se desbordará por los lados, trayendo como consecuencia problemas de calidad y de apariencia.
· Seguir las indicaciones cada fabricante en sus productos como tiempo de abierto, secado, temperatura, etc.
· No utilizar el horno para otro fin que no sea el original. Por ejemplo, calentar comida dejará residuos indeseados en el corte o a la suela.
· Vigilar que no existan residuos o partículas en el corte.
· Al finalizar el proceso, cerciorarse de los resultados y aprobar los controles de calidad.