· Resguardarlos en lugares libres de contaminación (gases, fuego, polvo).
· La temperatura del almacén debe ser óptima, ni demasiado fría ni demasiado caliente.
· También debe controlarse la humedad.
· Deben guardarse en pequeños contenedores, preferiblemente plásticos, los cuales deben mantenerse cerrados nunca a la intemperie.
· Clasificarlos según su tipo, ya sea: color, medida, material, etc. Incluyendo etiquetas de identificación.
· Dar rotación a los hilos almacenados, utilizando primero los que lleven más tiempo en almacén.
· Devolver al almacén los hilos sobrantes luego de ser usados en los departamentos.
· Destinar un estante o espacio especial para el almacenaje.
· Proteger los hilos de la exposición a la luz.