Es una actividad que requiere destreza y perfeccionismo, pues si la planta no queda exactamente centrada ocurrirán desviaciones en el montado del corte, al tiempo de bordos indeseado y/o arrugas; suele hacerse con grapas o termoplásticos (este último no daña la horma). Algunos fabricantes deciden emplear tachuelas o clavos para fijar la planta, sin embargo esto puede traer algunos desperfectos, sobre todo en las hormas.
Posteriormente se bisela la planta cortando el sobrante con un ángulo alrededor de la horma.