Razones por las que evitar Calzado Sintético.
Como calzado sintético entendemos aquel que está compuesto de materiales artificiales como termoplásticos.
En los últimos años la Industria del Calzado se ha visto asediada por este tipo de sustrato, el cual representa para muchos productores una alternativa a la hora de fabricar calzado, mientras que otros se apegan a alternativas en cuanto a tipos de materiales como la tela o el cuero, al considerar pocos los beneficios que genera un par de calzado sintético.
Todo es cuestión de gustos tanto para el fabricante como para el consumidor, puesto que aun cuanto tiene sus desventajas muchos deciden adquirir calzado sintético basándose especialmente en el menor valor económico que representar para confeccionarlos y adquirirlos.
Por nuestra parte, a continuación te hablaremos acerca de las razones por lo que expertos consideran poco conveniente usar calzado de tipo sintético.
Escaza transpiración.
Al tratarse de materiales plásticos que no poseen poros naturales, la transpiración del sudor del pie se hace escaza e incluso nula, esto deriva en enfermedades al pie como hongos y bacterias.
Mal olor.
Por la misma razón anteriormente planteada, se hace normal que este tipo de zapatos genere en el portador un mal olor, que además es adherido por el propio zapato.
Poca comodidad.
El tipo de material con el que está confeccionado otorga una propiedad de rigidez casi absoluta, lo que quiere decir que probablemente este zapato nunca se adapte a la forma de tu pie y tipo de andar, resultando en una pieza dura e incómoda para el consumidor.
No son duraderos.
Precisamente por ser un material tan duro, conforme se le da uso continuo este tiende a rajarse o quebrarse, sobre todo en los lugares donde el pie se dobla al caminar, por ejemplo entre la puntera y la planta. Esto hace que a pesar de su bajo costo haya que cambiarlo constantemente.
Heridas o molestias por rozaduras.
En general este es un tipo de calzado que se confecciona en masas, sin mayores cuidados en sus procesos, por lo que es regular encontrarse con costuras internas que no están solapadas generando heridas o molestias en el pie por rozaduras al caminar.
Soporte disminuido.
En otros modelos nos encontramos con un zapato que posee talón, suela, entre suela de distintos materiales que hace que el pie tenga el soporte adecuado. No es el caso de un calzado sintético, hecho generalmente en una pieza de un mismo material que carece de niveles que le den mayor soporte a la hora de establecer todo el peso sobre él.
Adherencia suficiente.
Dentro de los aspectos de seguridad más importantes de un calzado es la adherencia que este tenga con respecto al suelo. En este caso gracias al sudor que no se es capaz de transpirar se genera una húmeda e incómoda sensación, que provoca deslizamiento e inseguridades, pudiendo originar accidentes indeseables.
La moda y la economía son dos factores que indicen directamente a la hora de comprar un par de zapatos pero más importante que eso es pensar en salud y bienestar, tanto si vas a comprarlo como si vas a producirlo.
Más allá de todo, lo importante es brindarle al consumidor la oportunidad de adquirir un producto de calidad que no le represente ningún peligro o riesgo sanitario, aun cuando esto suponga algo más de inversión económica.