Aquí se unen todas las piezas que conforman un calzado en su parte superior, sin incluir la suela, mediante el cocido en sus distintos tipos que le dará el refuerzo a cada zapato, además de incluir ojales, hebillas y cualquier añadidura que sea necesaria.
Se hará casi indispensable la ayuda de máquinas de coser que faciliten el trabajo, pero además le brinden calidad y durabilidad al producto final (aunque hay todavía artesanos que prefieran hacer todas las labores manualmente); las opciones para escoger la maquinaria perfecta son bastante amplias, pero entre las preferidas de los fabricantes podemos mencionar: recta o plana, cañón, poste, zigzag, overlock, rebajadora… las cuales pueden ser de brazo corto, largo, tipo poste o columna.
Todas las maquinarias utilizadas necesitan un constante chequeo para garantizar que harán su trabajo perfecto y evitar grandes inconvenientes como roturas de hilo, costuras desiguales, fallos en el cocido, entre otros problemas.
Finalmente, los contrafuertes son calentados, gracias también a la ayuda de máquinas especializadas, dentro de la puntera y el talón para darle la forma final a estas partes.