Un niño de edad escolar pasa más de la  mitad del año estando en el colegio, esto implica tener un uniforme que incluye por supuesto un par de zapatos, con este calzado no solo estudian también van al recreo, juegan, corren y demás actividades propias de la edad.

Por esto se considera que el calzado escolar es una de las piezas más importantes en la vida de todo niño. Pero a pesar de esto es común ver a padres en búsqueda de un zapato económico para la escuela y un poco más costoso para los paseos ¡Y vaya que error!

Lejos de esta equivocada idea un niño necesita un calzado escolar de calidad que le permita desenvolverse con naturalidad, y sobre todo comodidad, pues como ya mencionamos son muchas las horas que ellos pasaran con este tipo de zapato, haciéndose necesario evitar enfermedades o mal formaciones causadas por la mala escogencia de este calzado. Siendo así estos deben cumplir como mínimo con una serie de características que detallaremos a continuación:

Material.

La piel natural es decir cuero es el sustrato más recomendado para este tipo de calzado, lo que garantizara una buena transpirabilidad y adaptación al pie, evitando a toda costa el calzado sintético que ofrece exactamente lo contrario.

Diseño.

Especialmente en el calzado escolar debemos olvidarnos de diseños muy lindos pero rebuscados con integraciones poco funcionales. Por el contrario estos modelos deben ser simples, con sistemas de construcción que brinden durabilidad a la pieza y seguridad al portador.

Dentro del diseño podemos encontrar estos elementos a destacar:

Puntera redondeada.

Es la forma del zapato ideal para edad escolar, ya que es cómoda y le da libertad a los dedos, mismos que deben siempre mantenerse holgados dentro del calzado.

Evitar costuras innecesarias.

Si bien es cierto que para este tipo de calzado la mejor opción es que sean cocidos, y es que se garantiza un poco más su durabilidad, es importante que estas costuras se sinteticen en solo las necesarias, evitando aquellas que tienen contacto directo con el pie y que pueden derivar en molestas rozaduras.

Sin alturas.

Deben ser zapatos planos, solo con la ligera inclinación que presenta la suela la cual es sala y necesaria para el pie, diferencia que oscila entre 2-5 mm; pero sin mayores diferencias que apunten a una especie de tacón.

Flexibles y ligeros.

Si son de cuero es muy probable que ambas de estas características se cumplan a cabalidad, pero a pesar de ello es importante tener en cuenta que este calzado debe ser flexible para que el niño se sienta cómodo en el desarrollo de sus actividades, igualmente ligeros para que no les resulte cansado llevarlos por tantas horas al día.

Suela.

De preferencia estas deben ser de goma, ya que es un material flexible y anti resbalante, dos aspectos claves para este tipo de calzado. Bastara con una prueba simple al tacto para darse cuenta, además de los acostumbrados patrones que poseen las suelas para evitar deslizamientos.

Sujeción.

Parte de la comodidad y seguridad es otorgada por la sujeción que en la mayoría de los casos de calzado escolar está representada en un cierre mágico o correa de velcro, que además de segura resulta de fácil manipulación para el infante.

Plantillas.

Sobre todo para este calzado se hace necesaria la presencia de una plantilla que más allá de un elemento obligatorio, sea de ayuda para el niño al proporcionarle comodidad dispensando la carga sobre el talón o la planta.

Aspectos a considerar a la hora de escoger calzado infantil.

Además de todo lo anteriormente expuesto, como padre te aconsejamos:

Medir el calzado.

A veces los padres quieren comprar el calzado y luego llevarlo a casa, la realidad es que es importante que el niño se lo pruebe, ambos zapatos, camine y exprese su comodidad antes de considerar comprarlos.

Elegir la talla adecuada.

Como siempre decimos ni más ni menos, compra el calzado que sea de su talla para garantizar que tu hijo esta cómodo con ellos y evitar mal formaciones.

Cámbialos constantemente.

Muchos adquieren solo un par de zapatos para cada año escolar, sobre todo tratándose de niños es importante entender que en un año el pie crece y las necesidades cambian, además del deterioro de la pieza. Por lo que será necesario reemplazarlos entre 1 y 2 veces al año.

Recuerda la salud de los niños es importante y es más fácil preservarla si escoges el calzado escolar correcto.