Anteriormente hemos analizado la Industria del Cuero y como es uno de los sectores más rentables a nivel mundial.

A su vez, también conversábamos acerca de los dos ejes que rigen el mercado.

·         El sector ganadero y su disposición para ofrecer las pieles.

·         La relación precio- demanda.

Este par de componentes desde años remotos han de cierto modo manejado el sector del cuero, pero con declives y ascensos sus representantes han sabido cómo manejar el asunto y seguir adelante.

Con lo que no se contaba y probablemente nadie podría imaginar es que comenzaríamos este 2020 con una enfermedad que se iba a propagar por todo el mundo en forma de pandemia, sumándose quizá por un par de años a los primeros dos factores anteriormente mencionados.

Si, hoy a tan solo cuatro meses para acabarse el año el Covid-19 ha influido directamente y de manera drástica sobre el cuero a nivel global, generando un estancamiento además de pérdidas incalculables.

La detención en la producción y comercialización de cuero se debe a la falta de demanda, muchas de las empresas que hacen necesaria la presencia de este material se han mantenido totalmente inoperativas durante meses, o con un ritmo de trabajo disminuido, por lo que no se requiere la compra de cuero.

Dándole un giro de 180º a la normalidad en el flujo de los procesos, puesto que si antes los curtidores dependían de los ganaderos y frigoríficos, hoy es exactamente lo contrario. Y es que el consumo de carnes se ha mantenido, incluso aumentado en muchos países a causa del confinamiento, lo que hace que las comercializadoras de estas carnes se vean en la obligación de considerar las pieles como desperdicio, teniendo que desecharlas o enterrarlas por no tener quien las compre.

Otra forma de perdida que han registrado naciones como la India, según la Council for Leather Export –CLE- y su presidente Aqueel Ahmed, es la cancelación de los pedidos que ya estaban tranzados desde principios de año, generando pérdidas hasta ahora de 1.000 millones de dólares. Pero esto no es todo, debemos sumarle el hecho de que hay grandes empresas a quienes les fueron enviadas cuantiosas cargas de cuero que hasta el momento no han sido pagadas, justificándose en la falta de recursos económicos a causa del Coronavirus, y aunque se pueda entender hasta cierto punto, a la hora de hacer negocios se tienen derechos pero también deberes.

Estamos seguros que no es algo que sucede solo en la India y que en otros países como Argentina, Brasil, Uruguay y hasta el mismo México, las consecuencias han sido similares, hasta el punto que ya se reportan caídas en el precio del cuero de hasta 85%, algo que no se había visto jamás, ocasionando cierres y pérdidas de puestos de trabajo que superan el millar.

Ante esto industrias del cuero más preparadas como las de la India alegan no temer, pues cuando pase el punto más álgido de la crisis causada por el coronavirus y los sectores productivos retomen sus actividades ellos se verán beneficiados, al ser uno de los países con las reservas de cuero y mano de obra especializada más grandes del mundo, aunque no el único.