Tal como hemos analizado en múltiples ocasiones en nuestro blog, las consecuencias que ha traído consigo el Coronavirus y los largos periodos de paralización económica y productiva en los sectores comerciales de México son realmente alarmantes.

Describiéndose casi como una situación desesperante para aquellos que por largos años han dedicado su vida y sus recursos a la economía mexicana, sobre todo si hablamos de la Industria del Calzado, un sector que tanto ha sabido darle al país y que en los últimos años proponía unas expectativas altas y totalmente factibles. Pero no se contaba con la llegada de una pandemia que pondría en jaque a los más de 500.000 empleos que se generan directamente e indirectamente gracias a este sector.

Sin embargo todo puede representar una oportunidad de crecimiento y a pesar de las adversas condiciones aún se puede retomar parte de las producciones si todas las partes involucradas (gobierno, productores, empleados) dan su aporte por más mínimo que sea en la reconstrucción de esta industria. A nuestro juicio estos podrían ser los 6 aspectos claves que podrían representar el salvavidas directo de productores, comercializadores y ventas de calzado, tras la devastación originada por el Covid-19.

Frenar las exportaciones.

No es un problema realmente nuevo para este sector mexicano, como sabemos la extensa oleada de exportaciones de calzado, sobre todo de origen asiático a muy bajo costo ha afectado directamente los números positivos de la industria en los últimos años.

Pero en situación de alarma se hace aún más desencadenante este tipo de acciones, por lo que en primera estancia y de forma momentánea se propone la suspensión de exportación de calzado, sobre todo desde países del oriente mundial, que por su alta capacidad de producción poseen un nivel mucho más alto con el que es realmente difícil de competir, y aunque estos productos carezcan de valores de calidad y perdurabilidad en el tiempo, está comprobado que el consumidor mexicano ha preferido inclinarse por esta gama, afectando directamente la producción nacional.

Ayudas gubernamentales.

Como en muchos otros países las empresas privadas han estado recibiendo cierto tipo de apoyo por los entes gubernamentales durante los periodos de ceses de operaciones, pues estos son capaces de entender que si las empresas sean de cualquier sector cierran sus puertas de manera definitiva, las consecuencias económicas serian devastadoras para las naciones, justo en el momento en que más se necesita estar preparados para la reestructuración en todos los niveles.

Estos tipos de ayudas varían según las necesidades y posibilidades de cada país, pero sabemos que de al menos un par de maneras cualquier gobierno está en la capacidad de ofrecer una colaboración en sus distintas formas a los pobladores y a las empresas.

Disminución de impuestos.

Estos varían desde impuestos de producción, IVA, patentes, servicios y un gran etcétera que los engloba, aun cuando sea imposible disminuir todos los cargos que una empresa deba pagar al estado y/o a las instituciones públicas, al menos con algunos de ellos sería posible aligerar la carga del productor si se entiende que en estos momentos son muchos los que no cuentan con los recursos e incluso han tenido que apoyarse en patrimonios personales para paliar las deudas.

Fomentar el consumo local.

Como ya lo mencionamos anteriormente el poblador mexicano y la no tan amplia comunidad emigrante que hace vida en este país centroamericano ha preferido inclinarse por el consumo de productos extranjeros. Las razones han sido principalmente las económicas, y es que los zapatos producidos en masa por supuesto tienen un menor valor económico, mientras que en México aun cuando también se cuenta con tecnología de altas producciones los números jamás alcanzan tasas como las de China, Vietnam o la India, empezando porque como debe ser, los derechos de los trabajadores  y los honorarios de cada uno son mucho más respetados que en las naciones ya mencionadas, donde incluso se habla de esclavitud y explotación laboral en gran medida.

Es por ello que mediante estrategias de marketing y publicidad que de momento no requieren de demasiada inversión gracias a la existencia de canales electrónicos, se recomienda apelar a mensajes e historias que le expliquen al poblador mexicano porque deberían inclinar sus preferencias por los productos nacionales, teniendo como base que representa el crecimiento y resurgir de la misma nación en la que hacen vida.

Agilización de trámites de exportación.

En promedio se exportan 475 millones de dólares en calzado a otras naciones del mundo entre las que destacan Estados Unidos de América, Singapur, Guatemala, Uruguay y Canadá.

En tiempos y condiciones normales los trámites requeridos para esta exportación requieren de un tiempo prudencial para la obtención de permiso logias que exigen tanto el país que envía como el que recibe.

En este caso se propone que los trámites requeridos en México se ejecuten en tiempos más cortos, aun con la legalidad que se requiere, pues se busca que las disminuidas exportaciones que puedan realizarse se hagan de manera más rápida y efectiva y con ello seguir de cierta forma con la producción para no manejar números decadentes tan preocupantes.

Promover la producción local.

Más allá del producto terminado, muchos de los componentes que se usan para la fabricación de calzado mexicano vienen de otras tierras, y es en la nuestra donde se arman para comenzar a comercializarlos.

Pero en primera no somos el único país en paralización productiva y además puede que sea el momento ideal de reinventarnos y con ello estudiar la posibilidad de que la mayoría de las piezas y componentes sean producidos en tierra local, con esto se agilizarían los procesos de producción y además se abaratarían costos, quedando todos los beneficios económicos dentro de nuestro propio país.

Quizá no sea tan fácil como se lee aplicar en la totalidad estos 6 aspectos claves, sin embargo con estrategia y planificación si es posible, teniendo como referencia otros países que ya ejecutan parte de estos consejos en situaciones de emergencia, incluso sin ser tan graves como las causadas por la pandemia del Covid-19.

Todo dependerá de las ganas y la disposición que tengan todos los involucrados en el sector económico del calzado mexicano.