A lo largo de la historia se le ha podido adjudicar al calzado una serie de propiedades: personalidad, elegancia, determinación, etc, etc. Pero difícilmente hemos escuchado de amuletos a malos espíritus y energías negativas.

Pero en esta industria no todo está dicho, por increíble que parezca los Lapti fueron creados como parte de tal fin ceremonial.

Los lapti son un tipo de calzado tejido ruso que data del siglo XVI, construido a partir de cortezas de árboles, entre los que destacan el roble, sauce, almo, tilo y abedul. Constituyeron el calzado de casi toda la población rusa, en especial de campesinos pobres.

Su único material (La corteza de árbol) los hacia increíblemente económicos con respecto al calzado más barato de la época y gracias a esto y a su popularidad llegaron a extenderse por casi todo el territorio ruso con variaciones según la zona geográfica. Por ejemplo en el centro del país el tejido comenzaba por el talón, mientras que en el occidente preferían dar comienzo por los dedos; estos les daba pequeñas variaciones incluso con la adición de suelas de cuero para el invierno o adornos y colores para momentos más especiales, pero lo cierto es que seguían siendo auténticos laptis.

En cuanto a su producción, nos encontramos con opiniones encontradas, pues algunos afirman que la construcción de este calzado representaba un daño para el ambiente con la destrucción de las cortezas de árboles, mientras que otros difieren al alegar que si bien se necesitaban de los arboles no se talaban bosques para ello.

Luego de obtenido estas cortezas se sumergían en agua tibia para posteriormente macerarlas y obtener la parte más interna para la producción. Con unos 15 manojos de materia prima se podían fabricar 100 pares aproximadamente.

Pares que no durarían demasiado, ya que al ser un tipo de calzado 100% orgánico tenían un tiempo de vida bastante limitado. Por ejemplo en tiempos de cosechas, solo duraban 5 días, mientras que en mejores condiciones serían capaces de duplicar este periodo.

Lapti como icono cultural.

La fabricación de Lapti era una tarea nativa de toda la familia rusa, cada núcleo familiar era el encargado de trenzar su propio calzado, y ya con 7 años un niño era habituado a esta tarea en que además se incluía una curiosa tradición.

Se trataba de quemar el primer par de lapti que el infante producía, estas cenizas eran luego mezcladas con pan y agua, que este debía comer,  con ello se creía que el oficio jamás seria olvidado.

Esta no era la única tradición que encerraban estos zapatos, tal como lo indicamos anteriormente se creía que estas piezas eran capaces de ahuyentar las malas energías, por ello las lapti viejas de cada campesino eran colgadas en los frentes de las casas y el resto de ellas, pues un campesino podría tener cientos de lapti a lo largo de su vida, eran quemadas pero jamás debían ser simplemente desechadas.

Laptis en la guerra.

Si bien no eran el calzado más duradero, si representaban una ventaja en cuanto al costo de producción y comodidad, por esta razón en conjunto con las Valenki (Modelo de calzado anteriormente descrito en nuestro blog) constituían el calzado más usado en tiempos de guerra, hasta que fueron sustituidos por calzado de otros materiales más resistentes que dieran mayores beneficios a los soldados.

Por aquella época no existía en Rusia una persona, sobre todo hombres, que no supiera tejer un par de lapti y por increíble que parezca aun en la actualidad en menor proporción se siguen tejiendo en las zonas del campo.

Una vez más demostrando que para el calzado casi cualquier material es una excelente opción para su producción.