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CROCS

Crocs. Un ejemplo de reinvención en la búsqueda del éxito.

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Crocs, esas piezas de calzado tan amadas y odiadas por la población mundial, alcanzaron niveles de fama que ni sus mismos representantes se esperaban.

 

Los famosos suecos de colores llamativos y peculiar forma con huecos de transpiración, se han convertido en los favoritos de muchos a nivel mundial, inicialmente fueron usados para acompañar a la pijama y estar en una tarde tranquila por casa; pero apelando a lo cómodos y versátiles que son muchos han decidido llevarlos con otros atuendos para los días de vacaciones e incluso hacerlos parte de su uniforme laboral.

 

Contrario a lo que se cree no están hechos de caucho, su composición original es a base de resina de célula cerrada –PCCR- un material patentdo por la compañía, que ofrece alta capacidad de amortiguación, eliminación de olores, bacterias y hongos, anti resbalante, no toxico y de fácil mantenimiento, bautizado como Croslite y desarrollado en Canadá.

 

Su nombre quiere hacer referencia al Cocodrilo, y de allí que este animal sea parte de la identidad grafica de la marca, ya que es una especie capaz de vivir muchos años y el cual se desenvuelve muy bien en la tierra y en el agua, gran similitud con este tipo de calzado ¿Cierto?

 

Pero un momento, aunque fueron icónicas piezas y lo están volviendo a ser ahora, esta empresa estadounidense también enfrento grandes problemas que por poco la conducen a la quiebra total. Para 2008, la recesión económica puso en jaque a Crocs, esto aunado al hecho de un inmenso inventario que no hallo salida en tiempos de crisis y un repentino desinterés de los consumidores por seguir comprando los coloridos suecos.

 

Ante esta grave problemática en primera estancia, la marca decidió abrir más de un centenar de tiendas en todo Estados Unidos, para con ello no depender de terceros y llegar directamente a su público objetivo, esto no fue tan buena idea como pensaron y tiempo después se vieron en la obligación de cerrar muchos de estos establecimientos. Incluyendo algunas de las plantas de producción ubicadas en México, Italia y China para como muchas otras empresas americanas tercerizar la producción a países asiáticos.

 

Y de allí una de las grandes problemáticas a las que se han tenido que enfrentar como lo es la imitación casi perfecta de estos zapatos, distribuidos en miles de millones de pares a nivel mundial, en muchos casos con variaciones ni siquiera previamente realizados por la marca.

 

Así fue como en busca de un plan B más fructífero y exitoso, entendieron que a pesar de la comodidad, los crocs eran un modelo básico que solo cambiaba en cuanto a color y por supuesto para una persona promedio bastaban 2 o 3 colores en su armario. De allí surge la idea de crear nuevos modelos de crocs, además de sandalias, botas, tacones, sneakers y muchos otros para damas, caballeros y niños.

 

¡Y vaya que funciono! En 2017 las ganancias y los números positivos volvieron a aparecer, esta vez con una venta aproximada de 18 millones de pares solo en el primer trimestre de ese año, especialmente de suecos, huaraches y sandalias, esta vez con nuevos colores, aplicaciones y estampados.

 

Estas alzas, se debieron también a la expansión del nicho de mercado que lograron concentrar, anteriormente muchos se quejaban del grotesco diseño original de los crocs, pero con estas nuevas líneas de producción los modelos han sido muy diferentes, conservando siempre el Croslite como material base y con ello seguir ofreciendo comodidad y ligereza en el calzado, lo cual los ha hecho muy solicitados entre cocineros, camareros, doctores, enfermeras y decenas más de profesiones que prefieren ir cómodos a sus jornadas laborales.

 

Aunque esta demanda sea refutada por algunos profesionales de la salud, que alegan que los crocs son un modelos de zapatos nocivos para la salud si se usa por periodos de tiempo extensos, a causa de la ausencia de algunos elementos importantes en el diseño como lo es la poca variación de elevación en el calzado. Pero ¿Es realmente esto destacable, entendiendo que los millones de zapatos de imitación que abarrotan los mercados mundiales tampoco cumplen con estas directrices? Esto sin contar el odio desmedido de algunas personas que incluso han manifestado su descontento en redes sociales con grupos como “I Hate Crocs”. 

 

Pero como hay para todos los gustos, estas piezas incluso han llegado a grandes pasarelas de la moda como en 2016 lo hizo con Cristopher Kane o Collina Strada en New York. Por supuesto con modelo más glamurosos pero al fin y al cabo siendo suecos de goma.

 

Más allá de si son feos o no, cómodos o no, no se puede obviar la innegable fama que los Crocs han alcanzado internacionalmente en la Industria del Calzado, porque con altas y bajas la marca nos enseña el poder de reinventarse ante una profunda crisis logrando retomar la cima del éxito, solo si se entiende como satisfacer las necesidades del consumidor aunque esto implique constantes cambios.

One Comment on “Crocs. Un ejemplo de reinvención en la búsqueda del éxito.

[…] marca Crocs (Crocs. Un ejemplo de reinvención en la búsqueda del éxito) con sus suecos de goma fueron una de los pioneros en este sistema de construcción que tiene como […]

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