La diabetes es una de las enfermedades que más riesgos e implicaciones tiene con respecto a quien la padece, hablando específicamente del tema que nos concierne: El Calzado, este juega un papel importante para un diabético, son los pies una de las partes del cuerpo a las que mayor hay que destinarle cuidado, especialmente por las complicaciones que puede causar una herida o una simple ampolla en el pie. Por ello los enfermos de diabetes requieren de un calzado particular con características específicas.

A continuación explicaremos las tipologías que deben tenerse en consideración a la hora de fabricar un calzado para diabéticos.

Materiales.

Para todas las partes del calzado que tendrán contacto directo con el pie (collarín, lengüeta, pala, forro, punta) se recomienda que estén hechas de piel o microfibra, lo cual evitara alergias, permitirá la perfecta transpiración y además será capaz de moldearse al pie y con esto evitar heridas o acumulación de sudor.

En cuanto a la suela esta debe estar compuesta de materiales ligeros, estables y anti resbalantes que otorguen comodidad, seguridad y confort al paciente.

Horma ancha.

La falla en el sistema circulatorio es un problema recurrente en quienes sufren de diabetes, reflejándose primordialmente en las extremidades inferiores. Para compensar este padecimiento, el calzado debe estar diseñado con hormas anchas, en los casos que los pies se hinchen no representara mayor problema, sin embargo no deben ser demasiado anchos al punto que no tenga la correcta abrasión al pie y pueda ocasionar incomodidades, heridas o accidentes.

Modelos cerrados.

Con el fin de evitar cualquier roce, herida, desgarro o suciedad al pie, todos los modelos deben ser cerrados al menos en dedos y talones, las cuales son las partes de pie más sensibles ante esta enfermedad.

Diseño minimalista.

Para este tipo de calzado la menor cantidad de elementos siempre será la mejor opción, evitando todas aquellas disposiciones que lejos de colaborar modifiquen o alteren la comodidad y la estabilidad del usuario.

Flexibles.

Nuevamente serán los materiales los que sean capaz de dar vida a esta característica, es bien sabido que la flexibilidad se traduce en comodidad a la hora de usar un buen calzado, evitando las heridas causadas por materiales rígidos.

Tacón.

Tanto para hombres como para mujeres es necesaria la presencia de un tacón en este calzado que evite la planitud absoluta del pie, claro está que este tacón no debe ser demasiado alto siendo las medidas recomendadas de 2cm para hombres y entre 4-5 cm para mujeres. Puede la parte de adelante también tener una elevación siempre que se conserve la diferencia de centímetros con respecto al tacón.

Presencia de contrafuerte.

Este debe ser firme pero acolchado a su vez, para con ello evitar cualquier tipo de movimiento de pronación y brindarle mayor sujeción y estabilidad al tobillo.

Hormas de punta redonda.

Entre las propiedades de este tipo de horma se encuentra la holgura que le brinda a los dedos, evitando compresiones que pudieran desencadenar en pequeñas heridas que a mediano  o largo plazo pudieran convertirse en graves padecimientos.

Modelos profundos.

Esto es necesario para aquellos pacientes que requieres del uso de plantillas especiales, con esto se da garantía de que el ancho ocupado por esta pieza no representa un inconveniente.

Ajustable.

Por medio de cordones o velcro se debe permitir al consumidor ajustar el zapato según su cambiante condición en cuanto al ancho de su pie, siendo así habrán días donde el amarre pueda ser más ligero que en otros.

Con esta serie de propiedades se puede diseñar y producir calzado para diabéticos sin suponer una amenaza para el paciente, por el contrario se tendrá como resultado final zapatos que alivien el pesar de quien padecen esta enfermedad al menos en el cuidado de sus pies, el cual debe ser uno de los más atendidos por pacientes y familiares.