En continuación con los tipos de construcción de calzado de tipo calzar la horma al corte, describiremos en detalle los últimos dos que conforman este grupo: Mocasín y Opanka.

Mocasín, Guante o Tubular.

Entre los procesos de construcción más antiguos nos encontramos con el mocasín, guante o tubular, hallando su origen en los indios de Norteamérica cuando crearon su calzado de forma artesanal para sobrevivir a las eventualidades.

El trabajo manual y artesanal sigue siendo necesario, a pesar de la evolución de máquinas, por lo que no resulta de los procesos más rápido a causa del cocido que hay que realizar manualmente para cada pieza, por lo que no se hacen producciones en grandes números y por supuesto se hace necesario la presencia de personas que trabajen la técnica con pasión y destreza.

Su nombre se debe al modelo de calzado icónico de este proceso y la denominación alternativa: guante, por la forma en la que recubre el pie, lo que precisamente lo convierte en un calzado bastante cómodo, con precios que lo posicionan en un calzado de gama media, todo depende de los demás procesos y materiales involucrados.

Estos materiales son consumidos en mayor medida que en comparación con otros procesos, ya sean de cuero o textil, destinados a la parte externa y en algunos casos para los forros, los cuales a veces son tratados con máquinas de vaporización para evitar imperfecciones o arrugas.

En el caso de las suelas pueden ser adheridas con pegamento, como se hace mayormente, más otros prefieres suelas reforzadas con costura de tipo lookstitcher, en estos casos ya se hace necesaria una inversión económica para la maquinaria y esto encarece un poco más el valor del producto final, pues de lo contrario no se requieren aparatos de montado.

Opanka.

Es de los sistemas menos utilizados en las fábricas de producción, aunque para quien se atreve a realizarlo es muy valorado en el mercado por la destreza y artesanía requerida.

Se originó en el sureste de Europa, ubicándose también entre los métodos más antiguos de la industria en el que resulta un calzado flexible, cómodo y duradero.

Para ejecutarlo se cose la sobre plantilla al corte con el sobrante hacia afuera, acompañado de un acojinamiento entre la suela y la plantilla que lo hace aún más cómodo. Este cocido entre la suela, el corte y la plantilla se realiza a mano, razón que hace que las producciones sean más discretas y en menor número de pares, ejecutadas por alguien con mucho dominio de la técnica, destreza y talento.

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