Si buscas un zapato que brinde a tu pie una temperatura ideal ante grados bajo cero y que además sea capaz de transpirar sin problema e incluso de mejor manera que el cuero, sin duda estamos hablando de un par de Valenki.

Las Valenki son unas botas de fieltro que se confeccionan –inicialmente- en una sola pieza sin ninguna costura ni juntas, elaboradas de lana de oveja cardada y para las que se requiere de mucha paciencia, esfuerzo y experiencia.

Su invención se cree que fue dada en Asia, sin embargo desde la antigüedad los rusos las adoptaron como propias para convertirlas en su calzado típico y deseado desde hace cientos de años.

Un rubro de plata era más o menos el valor de un par de Valenki hace bastantes años, un costo bastante alto que lo convertía en una adquisición solo de los más pudientes, por lo que en muchos hogares solo había un par de ellas para toda la familia y que eran heredadas entre sus miembros, pues tiene una larga vida útil.

Son considerados obras de arte por hacer alusión al proceso que se realiza en la escultura, donde el artesano le da forma de calcetín gracias a un molde de tela y un exhaustivo trabajo de muchas horas en las que no se requieren hilos, pegamentos, agujas o tijeras. Una vez adquirida la forma, las Valenki son sumergidas en agua a 80 grados centígrados donde se siguen moldeando para finalmente introducirlas en un horno de madera y posteriormente ser expuestas a más de 10 horas de secado.

Fueron piezas protagonistas durante la Segunda Guerra Mundial, pues los soldados no contaban con ningún otro tipo de calzado resistente a las faenas diarias, así que les destinaron más de 100 millones de estos modelos; lo que incidió directamente en su triunfo sobre los alemanes, al mantener cálidas temperaturas en los veteranos y resistir a la pisada de piedras y espinas.

Aunado a estas propiedades los médicos han declarado que contribuyen a mejorar o evitar enfermedades relacionadas a músculos, articulaciones e incluso la cura de resfriados.

El proceso de fabricación no ha variado en al menos 300 años, heredando el conocimiento y la técnica de generación en generación hasta formar artesanos expertos que son capaces de producir un par de Valenki en tan solo 6 horas, hazaña que no cualquiera podría lograr.

Y a pesar de la tecnología aplicada a la Industria del Calzado este es un proceso que ha decidido ser tradición de Rusia, conservando por lo menos el 50% del trabajo de forma manual, pero haciendo algunos cambios en sus diseños, por lo que nos podemos encontrar con Valenki de talle alto, a media pierna o en forma de zapatillas, además de la implementación de detalles que las hagan más resistentes y deseados por el consumidor actual.

Estos detalles son la inclusión de gomas y plásticos que les brindan mas resistencia, agregado de colores en una amplia gama, bordados, diseños e incluso tacones que los convierten en piezas modernas y codiciadas por la moda a nivel mundial, especialmente por el mercado infantil para quienes se hacen cada vez diseños más atractivos y coloridos.

En la actualidad Rusia produce unos 4.5 millones de Valenki al año, muchas de ellas para el consumo local y otra cantidad exportada  con mayor frecuencia a Estados Unidos, Canadá, China y Sudáfrica, donde se utilizan para actividades de senderismo, esquí o largas caminatas, porque a pesar de que fueron creadas para épocas invernales hoy día se utilizan en temperaturas más cálidas, pues se adaptan muy bien a todas las condiciones climáticas, especialmente ahora que se han creado suelas de gomas como piezas por separado a este calzado para mantener la impermeabilidad al agua, capacidad que no tienen por si solas debido a su material.

En definitiva las Valenki son un icono del calzado Ruso y además una hazaña en cuanto a producción que quedo lejos de ser un zapato sencillo y de lujo para estar al alcance de la mano de todos por unos 50$ aproximadamente.