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Consumo de Calzado Hombres vs. Mujeres.
Los hábitos de consumo suelen ser muy diferentes según el género, hombres y mujeres muestras preferencias totalmente diversas a la hora de hacer sus compras.
Tanto damas como caballeros coinciden en el hecho de querer transmitir potencia y personalidad a través del calzado, por supuesto con gustos e intensidades totalmente diferentes que detallaremos a continuación:
·Mujeres.
De gustos más excéntricos y variados las féminas demuestran deleites totalmente diversificados en cuanto a formas, modelos y materiales. Cuero, plástico, pvc, charol, telas, lentejuelas, cristales, aplicaciones, corchos y demás elementos forman parte de los preferidos a la hora de escoger calzado.
Además esta diversidad es tan propia de las mujeres gracias a que los fabricantes pueden dar rienda suelta a su imaginación creando modelos bajo los diferentes tipos de calzado: botas, suecos, sandalias, tacones, plataformas, deportivos, casuales, señoriales, etc.
Razón por la cual precisamente la variedad hace que ellas no puedan resistirse a la magia de los zapatos, pues para muchas el calzado representa una debilidad en sus compras, es por esto que se estima que una mujer gasta el doble que un hombre a la hora de comprar sus zapatos, ubicándose en un importante 70% de compras totales sobre los caballeros.
Las tendencias y la moda también juegan un papel preponderante en este hábito de consumo, pues las marcas constantemente se adaptan a las nuevas temporadas de la moda creando más modelos con nuevos colores, estampados y materiales que marcan la pauta por una época de tiempo generalmente corta.
·Psicología.
Tanto marcas como consumidoras han indicado que los zapatos tienen un efecto psicológico en las mujeres, les da personalidad, seguridad y sensualidad, afirmando que una dama puede sentirse más bella si lleva puestos unos zapatos que considere hermosos.
Los estudios también afirman que al menos el 50% de las compras de zapatos femeninas proceden más del deseo que de la necesidad, pues estas pueden llegar a tener 4 pares de zapatos para trabajar, 3 para hacer ejercicio, 5 para salir de paseo y 3 para situaciones más especiales, por ejemplo.
Pero eso sí, aun cuando tengan en promedio unos 15 pares, una vez que pasen por alguna vidriera y se enamoren de un par más, siempre dirán que lo necesitan porque uno como ese no lo tienen en su armario.
Al menos en países como argentina de las 2.200 empresas de calzado que existen, 1.500 de ellas son solo para la producción de calzado femenino; no en vano tiendas de zapatos al por menor dedican toda su creatividad a adornar las vidrieras con llamativas propuestas enfocadas en las mujeres, pues es a ellas a quienes principalmente hay que enamorar, ya que un hombre cuando decide comprar zapatos es por necesidad y no le hace falta ser cautivado por ostentosas exhibiciones.
·Hombres.
Todo lo contrario sucede en el caso de los caballeros, no hace falta impresionarlos ni cautivarlos con diseños demasiado extravagantes, ellos en general piensan en tres elementos importantes: comodidad, calidad y costos.
En promedio un hombre compra entre 4 y 5 pares de zapatos al año, a diferencia de las mujeres los caballeros piensan en tener en su armario 1 par para salidas casuales, 1 par deportivo y 1 o cuando mucho 2 para trabajar, lo demás sobra y aunque uno que otro hombre pueda pasarse del promedio, difícilmente llegara a tener tanta cantidad como una mujer, porque ellos lo ven como una necesidad y no como un deseo.
Las marcas y diseñadores claro que conocen los hábitos y preferencias de un hombre por eso hacen uso de materiales más sencillos como el cuero, la tela y la goma que además le brindaran más durabilidad al calzado, con modelos de vanguardia sin fijarse en el excéntrico deseo de las mujeres por diferenciarse a través del calzado.
·Psicología.
Se sabe que en muchos sentidos el hombre resulta mucho más relajado en cuanto a los gustos y la resolución de conflictos, por ejemplo para ellos no es problema encontrarse con un compañero que tenga un calzado parecido o incluso el mismo, pues son capaces hasta de generar chistes en torno al tema y es que tampoco hay demasiadas opciones.
Pero ¿Imaginas que suceda lo mismo con una mujer en una reunión con sus amigas? Pues aun cuando sean los zapatos más caros de su colección, el simple hecho de saber que alguien conocido comparte su mismo calzado hará que este par pase al destierro de su closet así se lo haya puesto solo una vez.
·Precios de Calzado Hombre vs. Mujeres.
Es una variable constante que los hombres se quejen de que sus zapatos siempre son más caros que los de las mujeres, y eso realmente en todos los países presenta el mismo comportamiento, salvo algunos casos puntuales. ¿Sabes porque ocurre este fenómeno?
Pues bien, basado en los hábitos de consumo que explicamos anteriormente las marcas y diseñadores dedicados al calzado se han dado cuenta de al menos dos puntos importantes, que influyen directamente a la hora de establecer los costos de venta:
Los hombres anualmente compran solo la mitad de la cantidad total de pares de zapatos que adquieren las mujeres, por eso habría de algún modo que igualar esta inversión al menos en la cantidad de dinero gastada.
· Los materiales empleados para el calzado masculino generalmente son de mayor durabilidad, razón que indiscutiblemente eleva los costos de producción y ventas.
Es así como se demuestra que psicológicamente las mujeres alrededor del mundo desde tiempos remotos han manifestado un mayor interés por el consumo de zapatos, para ellas lejos está solamente la necesidad del calzado para convertirlo en un asunto de elegancia y categoría, a diferencia de los hombres que saben que necesitan zapatos para el día a día en una cantidad bastante módica pues prefieren invertir sus ganancias, que cabe destacar muchas veces son mayores que las de las mujeres, en otros sectores como la tecnología y el entretenimiento.